5.17.2009

Se avecinan problemas

Una semana y un día después, Danielle seguía con mala cara y sin dirigirle la palabra a Carlos, quién había suspendido dos exámenes y había dejado de ir de broma y de comer. Se quedaba todos los días en la biblioteca con el Mp3 enganchado y con la cabeza apollada en la pared. Era triste verle así. Mi imagen de ambos se iba desvaneciendo. Quizá no les conociese tan bien, llevaban juntos más de un año.
Danielle, en cambio, sonreía, pero cuando él estaba cerca, para, obviamente, fastidiarle. Esa actitud era odiosa, falsa e inútil, porque, ver que ella está feliz sin él sólo lo deprimía más.
Íbamos Álvaro, Susan y yo de camino al comedor. En el internado había un comedor gigantesco y precioso, decorado de cuadros modernos de tonos negros, rosas, azules y verdes. El techo era alto y había unas cien mesa, para seis cada una. Mi padre lo había organizado así, por mi odio a los espacios cerrados o llenos de gente.
Divisamos a Ángel con Marcos en una mesa a lo lejos, al lado de la pared. Y, os preguntaréis, ¿con quién se sienta Danielle? Con unas chicas pijas y engreídas, antipáticas sobre todo. Susan siempre estaba conmigo y no me quería ver y, teniendo en cuenta que al final siempre acabába yo con el resto del grupo, prefería irse con cualquier otra persona, por fatídica que sea su elección.
-Álvaro, tronco, al final te amariconas-dijo Marcos, con esa voz profunda y grave que tanto me encantaba. Lo que le fallaba era tanta palabrota y burdecez.
-Imbécil, se pasa el día con las tías, es más listo que tú-Susan le lanzó una bolita de pan. Marcos le devolvió la misma pelota y Álvaro la cogió en el aire y se la metió en la boca.
-Había meado y no me había lavado las manos-se rió Marcos. Pusimos cara de asco y Álvaro escupió el pan en la servilleta.
-Eres asqueroso, tío... ¿Carlos?-Ángel miraba atónito, yo, a su lado, levanté la vista y, los otros tres, se giraron. Carlos venía de negro con una manzana en la mano. No era del todo "emo" o "dark", no, simplemente iba de negro: vaqueros negros, camiseta negra y las converse negras. Si nos asombrábamos, era porque él siempre ha sido de esos que van de mil colores.
-Hola-saludó y continuó su camino hacia la salida. Danielle no pudo evitar levantar la vista y mirarle. El psicólogo del centro estaba en la puerta y, cuando Carlos llegó, le puso una mano en la espalda y salieron del comedor. Carlos estaba mal, muy mal. Danielle lo siguió con la vista, hasta que una de esas "super" pijas chasqueó los dedos frente a su cara.
Me planteaba algo... algo muy arriesgado. Todo sea por amor. Eso sí, necesitaría la ayuda de mi padre. Me levanté de la mesa.



Así se queda. Pongo esta entrada porque seguramente mañana no pueda escribir u.u

4 comentarios:

  1. Jopeee!! xQ me dejas super intrigada!!

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  2. Que intriga! ¿Qué habrá pensado hacer?
    Espero con impaciencia la siguiente.
    Un beso

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  3. xD Esto es intrigante... para pocas personas xD A Gloia ya le conté algo, porque, era eso o bloquearla xD(que nadie piense que agrego a todo el mundo y luego les cuento cosas, esque Gloria es amiga mia de la vida real, y amiga super amiga xD)
    Besos

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  4. Ooooooooo pobreeeeeeeeeeeeeeee

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