-¡Ay!-le devolví el golpe con la palma de la mano en el brazo. Sonrió y puso cara de "¿a quién mirabas?"-Déjame, a nadie.
-Era a Carlos-intenté negárselo, pero se tapó las orejas y empezó a tararear una canción. Era odioso que hiciese eso. Me puse la mochila en el hombro y fuimos para clase. Lo de mi padre se mantenía en total y absoluto secreto. Yo era una niña huérfana con unos tíos adinerados.
Otros temas sobre mí que se mantenían a las sombras era mi forma física. Tengo pinta de anoréxica porque estoy muy, muy delgada y, por ello, es incomprensible que tenga tanta fuerza. La sangre te proporcionaba energía y era mi principal alimento, pero no te dabamasa muscular como el resto de alimentos. Para que no fuese tan llamativo, tenía que comer chocolate y cosas con grasa para engordar. A parte bebía agua, que potenciaba en pequeña medida la sangre.
-Hola, chicas-Carlos entró en clase y nos sonrió con su boca de miel. O, bueno, en mi clase, de sangre. Era un chico que sacaba buenas notas y muy simpático. Fumaba a veces, pero la vida es demasiado corta para ser perfecto. Se sentó detrás de nosotras. En clase debíamos mantener un orden concreto siempre. Lo que estaba bastante bien; Susan a mi lado y Carlos detrás. ¡El paraíso!
Sé a dónde quiero llegar, pero estoy pensando cómo.
Besos.
Contador
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
poco a poco, no pasa nada.
ResponderEliminarme gusta tu historia, y lo sabes.
un beso
Ay!!! Aun no lo pillo!!! Por uqe bebe sangre? Es alergica o algo? Un zopmbi?
ResponderEliminarMe encanta!!!
GRacias chicas.
ResponderEliminarVoy a poner otra entrada ahora.
Laura... paciencia ante todo x] Que mala soy xD